Veronica Dreyfuss
Nombre completo: Veronica Dreyfuss
Apodo: V (Vi)
Edad: 31 años
Cumpleaños: 31 de enero (Acuario)
Nacionalidad: Americana
Formación: Recibió formación de enfermería militar y ejerció desde los 21 años hasta los 27, abandonó el cuerpo por "motivos personales." Especializada en medicina de emergencia.
Habilidades profesionales: Aplicación de medicina de emergencia: bendajes compresivos, torniquetes, procedimiento RCP, primeros auxilios.
Profesión: Enfermera, miembro del EMS
Descripción en 3 adjetivos: altruista, tenaz, amigable
3 cosas que le gustan: el té, los gatos y la música indie
3 cosas que no le gustan: la policía, los insectos y la deshonestidad.
Nacida en el estado de Minesota, criada en el seno de una familia de militares, la infancia de Veronica no ha sido muy destacable. De niña y adolescente fue solo una chica más del montón: no destacó por su capacidad social, ni por sus habilidades físicas ni por su inteligencia. Sus amigos la recuerdan como un alma siempre altruista dispuesta a ayudar a los demás y tal vez esa es su mayor virtud. Desde muy joven quiso dedicar su vida a los demás, por lo que la rama sanitaria siempre ha sido su vocación.
Con 18 años comenzó su entrenamiento militar. En un principio no quería convertirse en enfermera militar (a pesar de las insistencias de su padre, un teniente muy bien reconocido y temido); sin embargo, era la única opción que tenía para poder estudiar lo que deseaba sin tener que agobiar a su familia con préstamos y deudas estudiantiles. Además, era lo que se esperaba de ella, así que consiguió hacerlo. Fueron años complicados, pero también hizo amigos inolvidables.
Una vez terminada su formación, comenzó a trabajar ofreciendo atención sanitaria en zonas de guerra. Ahí vivió horrores, no solo contra los soldados con los que trabajaba y a los que prestaba sus servicios, sino también lo que hacían ellos mismos contra los civiles más vulnerables. No es lo suficientemente ingenua como para creer que todo soldado está libre de pecado, pero vivirlo por sí misma hizo que se viera desencantada de la profesión militar. Continuó, más que nada porque su padre seguía ahí y porque había conocido a varias personas a las que no quería abandonar.
Sin embargo, decidió abandonar con 27 años cuando un superior intentó aprovecharse sexualmente de ella y de otras compañeras enfermeras, médicas y soldados. Cuando fueron a denunciarlo a sus jefes fueron llamadas "exageradas" y "mentirosas", pues aquellas insinuaciones y "toqueteos" no son más que juegos destinados a "reforzar el espíritu" y que siempre se han hecho así.
Comenzó a trabajar en varios hospitales, yendo a donde fuese necesario, sin un hogar fijo y perdiendo todo el contacto con su familia. No obstante, todo esto cambió cuando recibió una llamada de su padre diciendo que algo muy extraño estaba ocurriendo en la ciudad de Los Santos.
V fue a visitar a su padre para ver qué era lo que estaba ocurriendo. Nada más llegar, compañeros del cuerpo le indicaron que su padre había fallecido el mismo día en el que llegó de un "ataque al corazón". Más tarde, se descubrió que ese ataque al corazón era fruto de una intoxicación con atropina. Las investigaciones "siguen su curso", aunque todo el mundo dice que fue un intento de suicidio. Verónica duda que su padre haya decidido quitarse la vida de esa forma, así que ha decidido residir en Los Santos para investigar ese extraño acontecimiento.
Cosas extrañas están pasando en la ciudad.